Francisco de Sales - Poesía

LA DESGRACIA DE MI DESGRACIA

Francisco de Sales

 

 

Un dolor mínimo,

como un roce del dolor,

me produjo tu mirada.

 

Después me miraste otra vez

con tus ojos hurgadores

revolviendo mis recuerdos,

y me doliste más.

 

Luego tu mirada atravesó la mía

hasta clavarse sin respeto

en mi sagrado secreto,

y fuiste una lanza de fuego.

 

Al fin, muerto de dolor,

destrozado por dentro,

busqué urgentemente

cualquier huida,

pero todas pasaban,

inevitablemente,

por ti.