QUÉ NADA TE CUIDÉ
Francisco de Sales
Cada vez que el recuerdo
me trae una imagen tuya
siento en el alma
una puñalada de cristal y cuchillo.
Cada vez que una voz
se parece a la tuya,
y con su sonido despierta mi nostalgia
y mi sed de ti,
siento un vacío de mí,
y siento que me muero.
Cada vez que me doy cuenta
de qué poco te quise,
de qué nada te cuidé,
siento un martirio
en los pulmones y en el amor,
un llanto doloroso me domina,
y una pena triste me ahorca;
después, me cuesta recuperarme,
me cuesta perdonarme,
me cuesta aceptar que te perdí,
y sólo deseo encontrarme contigo
y llorarte que me perdones.