Francisco de Sales - Poesía

MALTRIMONIO

Francisco de Sales

 

 

No se quieren.

Cambiaron, en un trueque nefasto,

aquel amor tan nuevo por uno frío que duele.

 

Su hogar se fue poblando con una densidad de reproches

en los que es difícil convivir.

El suelo se ha cubierto de un desamor negro

que se alimenta de las pocas cosas buenas

que logran sobrevivir.

En un rincón, una sonrisa reciente,

la última que han conseguido crear, con gran esfuerzo,

sufre sus últimos estertores

poco antes de ser alimento de los desamores negros.

 

Sus caras, serias como difuntos,

insisten en mostrar su lado menos agradable;

las muecas mecánicas acaparan la boca y la dominan;

los ojos no miran, (¿para qué?),a los ojos que antes miraban;

hay un vacío entre ellos que no lo llena el deseo,

ni lo caldea la ilusión, ni lo reclama el amor.

 

Se fue la luz de la vida;

la luz de la muerte se mantiene alerta

y en cualquier mal momento alumbrará el final.

 

Son dos cuerpos atados, sin querer,

a dos personas ansiosas por huir.

Son dos ilusiones desilusionadas

queriendo enterrar el presente.

Son dos ilusos estafados por un sucedáneo de amor

que no cumplió ninguna de sus falsas promesas.