ACUSACIÓN
Francisco de Sales
Me has roto el corazón
con todos tus instrumentos de tortura;
me has desmontado cruelmente
las ilusiones, el alma y la vida.
Me has dejado en la cuneta
de un mar de hielos y penas;
me has matado con palabras,
con fríos,
con distancias,
y mis huesos de pena blanca
se han refugiado en la calma falsa
que precede a las matanzas.
Me muero torpemente,
por primera y última vez,
con la conciencia desconcertada,
con la muerte desorientada.