MIENTES
Francisco de Sales
Te añoraba.
Te reclamaba mi dolor inaplacable.
Quería verte.
Necesitaba tu cercanía.
Tu olor...
He marcado el número de tu teléfono.
He aguantado la eternidad que has tardado en contestar.
Hola, ha dicho tu voz inconfundible.
Soy Pablo, necesito hablar contigo.
Se ha confundido, señor.
Has colgado rápidamente.
Soy yo.
Eres tú.
Somos nosotros...
¿Tan pronto nos has borrado?
¿No hay alguien en ti que quiera hablar conmigo?
¿El dolor te lo prohíbe?
¿Serás tan amable de leer mis pensamientos,
como siempre has sabido hacerlo,
y llamarme con tu voz inconfundible para que podamos hablar?
Lo necesito.