LECCIONES DE LLANTO
Francisco de Sales
Tus ojos no sabían llorar...
(no tenían por qué saberlo)
Se humedecieron
del todo;
derramaron un exceso
de líquido;
gotearon
como cañerías viejas;
llovieron
como nubes...
pero no lloraron.
No sabían llorar...
(no tenían por qué saberlo)