QUERIDA HIJA
Francisco de Sales
Querida hija:
No me voy a entretener en seleccionar
entre todos los adjetivos
algunos que te califiquen.
No es necesario.
No me pondré a describir estados,
vaivenes,
alegrías o risas de mi corazón.
Ya los conoces.
No me apetece hurgar en los recuerdos
y rescatar aquellos más llamativos.
Todos son bellos.
No me nace el deseo de hablar de ti,
de ponderarte,
de revivir añoranzas.
Estás viva.
Seré poeta conciso
y resumiré tantos sentimientos,
tantos momentos,
tanta vida,
en esta abreviatura:
Te amo