SÓLO YO
Francisco de Sales
Ni siquiera tú conoces el sabor de tus besos.
Sólo yo.
Nadie más cata sus jugos,
percibe sus calores,
recibe sus escalofríos.
Ni siquiera tú.
Sólo yo.
Nadie más siente tu lengua,
tus ávidos labios,
tus cálidos besos enamorados.
Sólo yo.