SUS OJOS SIN DESTINO
Francisco de Sales
Más que sus gritos,
más que sus aspavientos,
más que sus correteos alterados,
eran sus ojos sin destino
lo que me asustaba.
Agitándose,
escupiendo insultos,
o prorrumpiendo aullidos,
no me asustaba tanto
como al mirarme sin mirada.
Su mirada,
-antaño humana-
sus ojos,
-antes vivos-
y su mente lúcida
eran los ausentes
de su presente.
Si antes viva,
ahora, loca.