Francisco de Sales - Poesía

POR SIEMPRE HUÉRFANO

Francisco de Sales

 

 

Soy un huérfano de cincuenta y cuatro años.

 

Todos los días me enfrento,

con las lágrimas insurrectas y los puños contenidos,

a la ausencia materna.

 

Cada día le dedico un estremecimiento,

un llanto reprimido,

un instante de mi recuerdo,

y la muda oración que es un largo pensamiento.

 

Cada día maldigo y blasfemo,

me enemisto con el responsable de las muertes,

le ofrendo mi enemistad,

y reto a muerte a la muerte

para vengar el robo tan doliente

de mi no bien querida madre.

 

Cada día sucumbo a la nostalgia

y me arrepiento cada día de lo mal que lo hice:

no amé a mi madre mientras estuvo viva.

 

No la quise bastante, y sufro.

No le di nada a cambio de la vida que me dio,

nada por sus desvelos y sus cuidados;

no le devolví ni una sola de las caricias,

no la besé infinitamente,

ni la acogí en mis abrazos.

 

Las protestas en mi interior son un eco multiplicado,

y cada día amanezco en un infierno.

 

Unas cosas no las hice

y las otras las hice mal.

 

Así que sólo me queda seguir

en este arrepentimiento incrustado

que me roba el aire, a veces,

y la vida, más veces.

 

Sólo puedo llorar un manantial de veneno,

quejarme con aire de lunático,

ondear mi corazón herido,

y volver al llanto de huérfano sin remedio,

mi estado más habitual.

 

Me falta mi madre

y me falta la vida.