TESTAMENTO (¿TESTA-LAMENTO?)
Antes de irme a no sé dónde,
que es mi próximo destino,
y antes de que me corten la voz de la queja,
quiero decirle al miedo que no le temo,
a la esperanza que no la espero,
a la fe que no creo en ella,
Y a la vida que no me satisfizo del todo,
porque dejó muchos huecos huérfanos de alegría;
a la felicidad que no fue generosa conmigo;
a los desasosiegos, que invadieron mi calma,
y que nunca les llamé a mi lado;
a las dudas, que me hirieron
con su dictadura indeseada;
a Dios, que me hice ateo;
al sol, que me alegro de haberle conocido;
a la luna, que tome el sol;
a las lágrimas ansiadas,
que dónde se metieron,
y a las lágrimas dolientes,
que las maldigo.
Antes de que la inevitable aceptación
y la rendición sin cláusulas
me hagan claudicar,
y enmudezcan mi lamento,
quiero legarle a la vida
un libro de reclamaciones lleno.
Espero que sea honorable
y se arranque el título de mágica,
reconozca las mentiras que esparce,
y admita que no siempre cumple sus promesas.
Quiero decirle que el amor no siempre es maravilloso,
que las relaciones tienen espinas,
que los sentimientos a veces duelen,
que el lado oscuro es más grande,
demasiadas sonrisas son congeladas,
el vacío lo invade todo,
la noche siempre acaba venciendo,
y muchas vivencias son innecesarias.
Si quieren acallar mi lamento,
consolarme,
y reparar mi talante,
que la vida me dé una vida serena,
con inmunidad ante los males,
emocionalmente tranquila,
llena de besos-flores,
y llena de calma viva.