NOS VAMOS HACIENDO BUENOS
“El tiempo pasa,
nos vamos haciendo buenos”
Si esta sentencia tiene sentido para ti,
tienes más de cincuenta años,
y has padecido los inconvenientes
de ser osado y exigente,
de ser a veces exiliado de tu corazón
y medir al prójimo con diferentes varas:
habrás perseguido utopías,
habrás indagado en lo pasado,
y tal vez hayas sido cuidador de corazones
y domador de sobresaltos…
tendrás un bagaje de noches en vela,
oraciones disparatadas,
un rastro de lágrimas fugaces
y flores en los deseos…
serás Nobel de la Paciencia,
Catedrático en abrazos,
dueño de un sueño calmado
y de un amor desbocado…
querrás personificar la calma,
dar besos de continuo,
recibir abrazos infinitos
y estrenar un día cada día…
volarás sin necesidad de alas,
lucirás una mirada viva,
llamarás al amor por su nombre
y dirás “te quiero” de continuo…
ya habrás visto que la meta
es la caja o el crematorio…
sabrás que de ti sólo quedarán
los besos que diste,
los abrazos a tus hijos,
el agradecimiento a tus padres
y el cuidado a tus familiares y amigos…
cualquier otra herencia se evaporará,
lo mismo que tus apellidos:
la historia del mundo sólo retendrá tus buenas obras.
Sobrevivirás al olvido si fuiste buena persona,
y sólo entonces tu nombre, escrito en oro,
perdurará en los corazones de quienes te amaron…