HABLAR CON MIRADAS
Francisco de Sales
Podría decirte que lo siento.
¿Para qué?
¿Para suplantar al silencio
o intentar que mis palabras rivalicen con él?
¿Qué palabra se explica mejor que un silencio?
Sólo unos ojos que miren a los ojos
y no pretendan esconder el sentimiento
usan el lenguaje que atina certeramente.
Lo siento no dice cuánto lo siento.
Perdóname es una orden.
Te quiero, sin aliñar, son sólo dos palabras.
Recurro a la mirada para hablar contigo.
Tendrás que leer el temblor casi imperceptible,
y ver cómo la blanco no cambia de color,
y escuchar su mensaje clandestino,
y leer mi desconsuelo en el iris.
Ya está.
Ya lo he hecho.
Ya te lo he dicho.