DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS, ENTREMEDIOS Y FINALES
Desde
este amor que te tengo
(lejos de escandaleras,
sin estruendos ni alharacas,
con una pasión sensata)
siento en mi duda perpetua,
en mi inexperiencia sentimental,
que te quiero.
Te quiero
casi sin darme cuenta
(que es una forma bonita de querer)
Te quiero
sin hacer esfuerzos por quererte,
sin meterte a presión en mi amor.
Te quiero
como respiro
(con naturalidad,
continuamente)
como vivo
(a todas horas)
como soy
(callado y vergonzoso)
Te quiere mi corazón,
que es quien manda
(desde hace poco)
en estos asuntos,
sin dejar que me inmiscuya,
sin atender a la razón
que se teoriza en mis sentimientos,
sin dejarse influenciar
por intereses o vacíos.
Te quiero
fácilmente
(porque es fácil quererte,
porque allanas el camino,
porque me atraes
como imán que promete el Cielo)
sin locura, afortunadamente;
sin urgencia, gracias a Dios,
sin fanatismos, a Dios gracias.
Te quiero
aún callado
(mis sonrisas lo dicen todo)
tímido
(el amor me roba las palabras)
inexperto...
(tu amor es distinto de los que conozco)
y con un poco de miedo.
(Desconfío un poco de mí,
y no por malicia,
sino por el temor precavido
que no quiere que se rompa
mi pequeño corazón)
Te quiero
con todas las probabilidades
de quererte
para siempre.