DE LEJOS TE PRETENDO
Francisco de Sales
Cómo disfruto el paso de tu cuerpo,
el volar de tu aroma,
la persecución de tu sombra,
el eco cantarín de tus pisadas,
el abaniqueo de tu falda,
el regalo de tus sonrisas,
tu aura irisado.
Te veo pasar todos los días.
Te espero como un amanecer:
hasta que llegas tú no hay luz en mí.
Te sonrío.
Todo yo te sonrío.
Pero como vas en tu nube,
y no atiendes al revuelo que levantas,
y prudentemente desoyes los piropos,
no escuchas mi declaración silenciosa,
ni disfrutas mi mirada enamorada,
ni te estremece mi amor,
ni te enamoras de mí.