VENÍA
Francisco de Sales
Venía
con la sonrisa al viento,
los cabellos encabritados,
la mirada más brillante que el sol.
Venía
acunada por los ángeles,
por los Dioses bendecida.
Venía
cubierta de oro,
pero llana y sencilla.
Reina de Corazones.
Princesa de la Alegría.
Así venía.