EMMA (Y SUS MUCHOS FRAGMENTOS)
Tus besos aún vagan
por el limbo de los que no han nacido,
pero intuyen que se acerca el momento
de conocer otros besos.
Un terremoto dulce te recorre, con cuidado,
despertando las emociones reprimidas,
los abrazos desterrados,
los deseos censurados,
y las ganas de recorrer caminos intransitados.
El sol del amor te rescata del invierno,
excesivamente largo,
al que te has condenado.
El mundo de los sentidos
te promete una ración infinita
de caricias y de escalofríos cálidos.
Los sueños reclaman su derecho
a convertirse en realidad.
La vida viva se instala en ti,
te desaletarga sin recato.
Los latidos se multiplican:
el amor se ha presentado.
Y tú...
tratas de salvarte de esta visita imprevista
en la que se han presentado,
en tropel insurrecto,
los sentimientos inexpertos,
los deseos atrasados,
el amor que le pedías a la vida,
las emociones incontrolables,
la esperanza perdida,
y un premio para tu alma.
Sorprendente amalgama.
Te guiará tu instinto
por el camino apropiado;
te llevarán tus alas
por los cielos no estrenados;
derrotará tu corazón
a quien se interponga,
y brillarás por donde vayas,
con un brillo enamorado.