TRANQUILO, CORAZÓN
Francisco de Sales
Tranquilo, corazón,
que no te delate el pulso acelerado,
que no griten tu presencia
las palpitaciones descarriadas,
que no se altere el pecho.
Tranquilo, corazón,
que está al llegar
el corazón del que te has enamorado.
En unos minutos bajará del tren,
correrá hacia ti y hacia mí,
nos abrazará,
y comenzará el futuro.
Tranquilo, corazón.
Tranquilo.