SOLEDAD
Me han dado el pésame
mis más queridos seres queridos,
mis familiares,
algunos desconocidos…
Me han dejado muchos besos
y palabras de buena intención.
Pero se van.
Se van
y ninguno se lleva la soledad.
La soledad se queda en una, con una,
y es la soledad que queda de media cama vacía,
tengo que deshacerme de su ropa,
su sillón queda desocupado,
y todo lo malo para una.
Esta soledad indeseada
se instala con aires de perpetuidad
en el aire
y en las paredes.
No se acuesta antes que yo,
ni la olvido ni me olvida,
ni busca otra víctima en la que instalarse.
Ladrona de esperanzas,
torturadora con buen oficio,
sembradora de infiernos,
malvada y asesina.
Pintora de futuros de luto,
cruel, tirana, malnacida;
soledad como cilicio,
soledad no querida.
Es la soledad que se queda con una
en calidad de enemiga,
que no se la llevan cuando se van las visitas,
y se queda a hurgar en las heridas.