Francisco de Sales - Poesía

MIL FORMAS DE LLORAR (y mil motivos para hacerlo)

Francisco de Sales

 

 

A veces

la risa

cuando es mucha

y continua

deviene

en lágrimas jocosas

que brotan juguetonas

dulces,

festivas,

de un manantial

incansable

que las alumbra

alegremente.

 

Otras veces,

en cambio,

en mal cambio,

el dolor

se licúa en lágrimas

pesadas

que hieren

a los lacrimales,

que en un parto vesánico

las nace,

imprudentes,

indeseadas,

agresivas.

En otras ocasiones

se llora de no saber,

de no encontrar,

de creerse centro abusivo

de todos los penares,

de todos los pesares,

de todos los castigos.

 

Hay ocasiones

que son los recuerdos

quienes lloran

expresando

mansa

o duramente

las emociones

nacidas.

 

Nacen lloriqueos

infantiles,

lágrimas

sin motivos,

lloros

despechados,

llantos

sin adjetivo

lágrimas

indecisas,

y lloreras

huérfanas

de nombre y apellidos.

 

 

Nacen lágrimas

que cantan,

que encantan;

otras buscan una razón

mientras que otras,

más espontáneas,

no necesitan excusas

ni padrinos

para llover

de sus nubes.

 

Los llantos

desesperados,

desesperanzados,

reclaman la muerte,

y anegan el futuro

convirtiéndolo

en una ciénaga

de indeseado

porvenir.

 

Los llantos

blandos,

infantiles,

con su música de hipidos

y sus lágrimas minúsculas,

frágiles,

se olvidan enseguida,

porque recorren las mejillas

sin dejar surco.

Los llantos

cruentos,

inconsolables,

hieren

como puñales

el alma

y el corazón.

 

Los llantos

solidarios

se contagian

de otros llantos.

 

Los llantos

emotivos

manan del corazón.

 

Los llantos

festivos

ríen carcajadas

explosivas.

 

Los llantos

de muerte

son llantos

desgarrados.

 

Los llantos

de cuando te emocionas

son prudentemente

callados.

 

Hay tantos llantos

como motivos,

tantos llantos

como emociones,

tantos llantos

como personas.