DÉJALE
Francisco de Sales
Deja
que te cuente
lo que quiera.
Déjale
que comparta
sus alborotos.
Hay mañanas
que no se encuentra en el espejo,
su sombra no le sigue,
y no escucha su propia voz.
Hay días que le matan,
le anulan los ojos de ver,
la sonrisa de encandilar,
y el corazón de los latidos.
Y no tiene a quién decírselo.