AQUELLA COMETA
Francisco de Sales
Se escapó la cometa de su hilo.
Tomó el camino irrepetible del cielo.
Pensó que esa era la libertad
que siempre soñó:
volar hasta un infinito
en el que otras cometas
le estarían esperando.
Voló
en brazos de los vientos,
hasta llegar a un vacío silencioso
donde acababan los caminos.
Cuando le faltó el aire,
de volar y de respirar,
se dio cuenta de que sus alas
inútiles
no le llevarían más allá.
Mientras caía a tierra
comprendió que el hilo era
el cordón umbilical
que le unía a la vida.