A CAMBIO DE MÁS VIDA
Francisco de Sales
Propongo
al destino, al futuro, a Dios,
a quien sea que se encargue del asunto,
que aplace mi muerte inevitable otros cientos de años
(ya avisaré cuando me interese terminar)
manteniéndome, eso sí,
en unos esplendorosos treinta julios.
A cambio de tal gracia,
ofrezco sin restricciones
rezos y peregrinaciones,
limosnas a los pordioseros,
y cruzar la calle a los ciegos.
Estoy dispuesto a aumentar mi oferta
y añadir chucherías o alabanzas,
el alma que ya hipotequé con el diablo,
y unas zapatillas en bastante buen estado.
Ahora sólo espero, y con interés, la aceptación incondicional de mi propuesta,
aunque estoy abierto a negociar pequeños flecos.