VIENTO Y AIRE O SÓLO AIRE Y AIRE
Francisco de Sales
Sí.
El viento sabe respetar mi intimidad
y es cauteloso cuando me ronda.
Sabe que no es bienvenido.
Merodea, cauteloso,
casi pidiendo autorización para levantar
alborotos, nostalgias o polvaredas.
Viento altanero en la calle,
a mi lado dulcemente sumiso.
Viento, impertinente viajero,
peregrino de todos los caminos.
Caminante que no deja huellas,
peregrino que desconoce su camino.
Viento, cuando es aire enfurecido,
es aire sin destino.