PARA NADA
Francisco de Sales
Nació la mañana envuelta en la nostalgia
de otras mañanas que le precedieron.
A esa hora aún desconocía su destino,
en qué se entretendrían las horas
y qué haría con cada uno de los minutos.
Tuvo un pensamiento con ínfulas de gloria:
ser un día histórico de esos que perviven
en la memoria recalcitrante de la historia
y en el corazón de lo imborrable.
Cuando se fundió la noche
un desaire pesimista era su resumen:
la rutina había conquistado cada segundo
y la historia le archivó en su olvido.