ASÍ LLEGÓ
Francisco de Sales
Así llegó la primavera:
de un día para otro.
Aquellos cielos asustados del invierno
huyeron por la noche y dejaron en su dominio
un sol novato,
tibiamente cálido.
Los pájaros, los otros habitantes del cielo,
reverdecieron alas y canciones
y pastaron por el aire ingenuos.
Las flores abrieron sus ojos por la mañana
y ya se quedaron, como en otras primaveras,
en un salpicón colorido de alegría.
La vida cambió de sangre,
el futuro vino al presente,
los días crecieron...
La primavera llegó
de un día para otro.