AIRE CON AIRE
Francisco de Sales
El aire estuvo inquieto
durante toda la tarde.
Dudando entre descansar
o convertirse en viento,
aspirar a vendaval o sólo a ventolera,
ser remolino juguetón
o despiadada tormenta.
A fin de cuentas,
podía ser todo.
Ser aire de volar,
aire de apagar llamas,
aire de refrescar veranos,
o aire de revolotear hojas.
Aire de pasear botecitos de vela
o aire de naufragar veleros.
O, simplemente, aire de aire.