INQUIERIDOR
¿Sabes que te imagino acunada por brisas,
ocupando como Reina el cielo?
Cuando vuelas a mi cabeza,
cuando recorres mis principios,
cuando hurgas en mis adentros,
te imagino como una chispa vivaracha
que rebusca en mis momentos
hasta abrazar la sombra que se le escapó.
Ya sé que eres dueña de ti misma,
pero mientras los rayos rojos no te pertenezcan
yo también seré amanecido por ellos,
y sólo podrás ocupar mi segundo pensamiento.
No te cedo mi vuelo, no comparto aire ni viento.
No soy trovador que se desespera,
no lloro en tu mejilla de mariposa,
no sigo el rastro de tu ausencia,
no sueño a medias tintas,
mitad nocturno, mitad triste.
Rómpeme.
Cómete mis trocitos de sueños.
Verbenea, etérea, pluma en fuga,
hasta llegar al siguiente intento.
No te mueras a cada momento, ¿quieres?
¿Cuál es tu nombre?
Flor... sirena... muralla... infierno…
¿Cuál?
¿Amor?
¿Cadena?
¿Condena?