CONJUNTO DE PALABRAS
Nunca la locura ha encontrado más motivos de ser
que rebuscando en lo negro de tu mente.
Ningún mecenas ha invertido más terror
en las grietas de tu cuerpo
que mis ojos de canela, fuertes, y tiernos,
recorriendo tus infiernos.
Así que si algún día huérfano
recabara una limosna menesterosa,
y pidiera una migaja de beso de tus labios usureros,
líquidos,
otra vez más: usureros,
sólo recibiría la despiadada discrepancia
o el conflicto más intenso.
Para no caer en las garras de tus manos,
para no claudicar ante tus huesos negros,
para no recibir puñaladas en mi alma,
saldré corriendo en vuelo fértil
hasta los más zaino del cielo.
Moriré escondido entre nubes,
con el remordimiento enamorado,
ausente de lazos azules,
neciamente esperanzado.