SANTA ROSA DE LIMA
Francisco de Sales
Santa Rosa de Lima
estaba jugando junto al río
cuando recibió la luz blanca
según dijo cuando le preguntaron.
Estuvo levitando un tiempo
y sus amigas tuvieron que tirar de ella
para que no subiera al cielo.
A todas les pareció un juego divertido
que repitieron casi a diario.
Ella juntaba las manos,
buscando un trance místico al rezar,
y Dios tiraba de ella hacia su lado.
Cada vez tuvieron que sujetarla,
hasta que decidieron amarrarla
con una maroma de veinte pies,
y entonces jugaron a que era un globo.