VIVENCIAS, BIZCOS Y TUL
Alborada de hinojos con los ojos marchitos,
amanecer de piedras que laten desafinadas,
querubines y camioneros besándose,
quesos huérfanos como el padre de Adán,
peregrinos emprendiendo el camino
del regreso al final
sin excusas en la mirada que no mira
pero almacena las vivencias en los bolsillos;
mariposas en lo vago del recuerdo,
y golondrinas presas en su propio nido;
vestidos de tul con los que desnudarse,
y las almas latiendo fuera de los pechos;
chozas ardiendo en el mar de la noche,
en la que miles de agricultores
plantan sorpresas en todos sus poros;
los bizcos, y los que nacieron dos veces,
piropean a las marcianas más guapas,
y presentan sus respetos a los esclavos;
dentro de su corazón, el más muerto del mundo,
se instaura una dictadura de besos,
besos para todos, sexos para todos,
recuerdos para las alumnas de segundo,
y mañana será el mismo día.