OBSCURO ACIAGO
Francisco de Sales
No sé dónde tengo el alma,
pero sé cuánto pesa.
Se refleja en todo lo que escribo,
tan fúnebre y tan pesado,
tan serio y tan desalmado.
Desde dentro de mí
se expresa un ser atormentado,
de horizontes cercenados,
de ilusiones funestas,
que se regodea en su martirio
tan cruento como innecesario.
Quisiera renegar de este pesimismo,
salir a la luz de la Luz,
desterrar penas y pesares,
liberarme de su opresión,
y recordar la sonrisa de la felicidad,
el sentimiento de alegría,
la paz del optimismo,
y la vida de la esperanza.
Amén.