LLÉVATE
Francisco de Sales
Llévate tu aire.
Y las huellas.
Que no quede rastro,
ni siquiera motas en el recuerdo
ni heridas en mi corazón.
Llévate el drama,
las lágrimas resecas que pueblan mi estancia,
las miradas perdidas, y su indiferencia,
los llantos desaforados;
llévate esta turbia presencia tuya
que dejaste de mal recuerdo.
Y las espinas de mi cama.
Y el luto de los espejos.
Que nada quede.
Que nada dejes.
Mi pasado me ha prometido
que se deshará de ti.