FIN
Francisco de Sales
Parecía que nunca iban a fallar,
porque siempre he visto otro amanecer.
Así que,
dueño incierto de todos los amaneceres del futuro,
dejé de admirarlos,
abandoné la ilusión de esperarlos,
los dejé hacer en soledad.
Hoy no veo amanecer.
Todo está oscuro
y es muy extraño.
No hay sonidos,
ni temperatura,
ni sentimientos.
Sólo esta sensación nueva
de estar encerrado en una caja,
enterrado en un cementerio,
y muerto.