CARTA A MIS PADRES
Francisco de Sales
Cuando pienso en vuestra muerte,
no es mi añoranza
quien se despierta,
ni mi orfandad
quien se lamenta:
es mi rabia,
implacable,
quien se siente alterada;
sabe,
en un saber de siglos,
que en el camino hacia el final,
yo soy el siguiente peregrino.