GUERRA PERDIDA
Francisco de Sales
La guerra de mi corazón,
y su dolor,
es tener que buscar,
siempre,
el apoyo de la mente.
Le obliga,
con artes cicateras,
coaccionándole para que enumere razones,
con aire de contundentes,
con peso de sentencias,
que avalen con su elocuencia
la irrazonabilidad de lo irrazonable.
Mi corazón necesita aliados:
no cree en sí mismo
ni confía en la sabiduría
de su intuición.